Hornee durante 45 a 60 minutos, hasta que la piel esté crujiente y el interior tierno, como se verifica con un tenedor.
Retira las patatas del horno, dejándolas reposar 5 minutos para facilitar su manipulación.
Corta una costura en la parte superior de cada papa, aprieta suavemente los extremos para abrir y esponja el interior con un tenedor.
Sirva las papas al horno calientes con los aderezos que elija y disfrute de la armonía perfecta de texturas y sabores que hacen de este platillo un favorito atemporal.
¡Disfrutar!
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