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¡Un postre casero en 5 minutos del que no me canso nunca! No es necesario cocinar

PREPARACIÓN:
Comience combinando la leche, la ralladura de limón y el azúcar de vainilla en un bol. Calienta esta mezcla hasta que esté a punto de hervir.

En otro bol, mezcle las yemas de huevo, el azúcar y la maicena hasta que quede suave.

Mezcle gradualmente la mezcla de leche caliente con la mezcla de yemas de huevo, revolviendo constantemente para evitar que los huevos se revuelvan.

Una vez completamente combinada, deja que esta mezcla se enfríe por completo.

Después de enfriar, agregue el jugo de 1 limón y la leche condensada a la mezcla.

Batir todo junto hasta que la mezcla espese hasta alcanzar la consistencia deseada.

¡Ahora deja brillar tu creatividad! Decora tu postre con una pizca de canela, un poco de cacao en polvo o lávalo con virutas de chocolate, según tu preferencia.

Coloque el postre en el refrigerador durante 30 minutos para que se endurezca y permita que los sabores se derritan maravillosamente.

¡Ahí lo tienes! Una vez frío y cuajado, este delicioso postre sin hornear está listo para servir. Es una creación sencilla que sabe como si hubiera tardado horas en prepararse, perfecta para satisfacer esos antojos dulces o impresionar a los invitados con su destreza culinaria. ¡Disfruta de la sencillez y la explosión de sabores refrescantes con cada cucharada!

¡Disfrutar!

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